Para la chiquillada de aquella época San José comenzaba dos o tres días
antes cuando aparecía por la Zanja el primer carro de las tiendas. Salíamos
corriendo y le acompañábamos dando la vuelta por la Entrada, hasta llegar a la
puerta del Moscatel o del Maestro Villa que era donde descargaba las maderas y
las lonas. El comienzo del montaje del armazón de la tienda era para nosotros
todo un ritual. A este primer carro le seguía un segundo y un tercero... y así
hasta que llegaba la noche y nos marchábamos a nuestras casas. A la mañana
siguiente se repetían las mismas operaciones hasta que el día 18 por la tarde
todas las tiendas estaban montadas. Empezaban en la puerta de Antoliano y llegaban a la del Chiquitín.
Nuestra tienda preferida(para los chavales) era la de Fernando(tiro con escopetas de plomos). Le disparábamos a unas cintas de papel que había que romper para obtener el premio que cada una tenía debajo de ella.También había bolas de madera para los principiantes ya que eran fáciles de derribar. Los mayores disparaban sobre palillos o alfileres. Recuerdo que se apostaban las correspondientes rondas de vino que tenían que pagar los perdedores.
Otra atracción típica de aquella época eran "Las barcas de Narciso" que se instalaban en la Plaza y que había que mover con el impulso del cuerpo. Era fabulosa la pericia con que las manejaban algunas personas y la habilidad de Narciso para no llevarse algún que otro topetazo. Este mismo señor ponía otra "atracción" en la puerta de Galito que consistía en un péndulo con el que había que derribar un pequeño cono de madera que colocaba en la parte delantera. Sólo era válido cuando el derribo se producía en el regreso del péndulo. Tenía mucha aceptación y no era nada fácil. El "Gordo" de Belmonte tenía tal habilidad en este juego que narciso no lo dejaba participar.
Al
lado del péndulo de Narciso estaba La Ruleta: un círculo hecho con puntas
clavadas a unos dos centímetros unas de las otras. Al final del brazo giratorio
había un trozo de naipe que era el que se paraba entre dos puntas cuando el
impulso se acababa. Los premios consistían en un caramelo, un cigarro,
algún que otro puro, bolas de confite, un globo, paloduz, barra de regaliz,
etc. Había cuatro premios mayores: cuatro billetes de una peseta que no tocaban
nunca porque las cuatro puntas donde estaban colocados estaban clavadas unos
milímetros más alejadas del centro y el naipe,como no rozaba en ellas, nunca se
También era clásico de aquellos años el tenderete
para las fotos que ponía Pascual en la puerta del Chiquitín. Tenía distintos
decorados que colgaba de la pared. Cada uno elegía el que más le gustaba y se
fotografiaba delante de él. Para los pequeños había unos caballos de madera .
Otra atracción era la del "Tiro Pichón" que se colocaba en la puerta
de Carnera. Consistía en un cuadrado de madera de unos 40 cm de lado en cuyo
centro asomaba la cabeza un palomo. Se le disparaba desde unos 15/20 metros una
flecha con la escopeta de plomos y el que le acertaba se lo llevaba como
premio.(Era extraordinaria la habilidad que tenia el dueño de la atracción
cuando quería hacer una demostración. a gran cantidad de gente que subía de
Castuera.
Disparaba de espaldas, con la escopeta al revés y mirando
por un espejo. Le daba casi siempre).
Los dulces y turrones estaban en las tiendas que instalaban cada año Los Coronas y el Conde. Había turrón duro, turrón blando, calabazate, almendras, garrapiñadas, piñones, frutas confitadas, confites, etc, etc. Corona hacía, y creo que aún los sigue haciendo, unos cortadillos especiales para San José.
El baile se celebraba en los casinos de Molinilla y de la Churrera y tenía una gran aceptación y concurrencia debido a que dichos bailes eran, junto con la Misa y Procesión la parte principal de los festejos.
Los dulces y turrones estaban en las tiendas que instalaban cada año Los Coronas y el Conde. Había turrón duro, turrón blando, calabazate, almendras, garrapiñadas, piñones, frutas confitadas, confites, etc, etc. Corona hacía, y creo que aún los sigue haciendo, unos cortadillos especiales para San José.
El baile se celebraba en los casinos de Molinilla y de la Churrera y tenía una gran aceptación y concurrencia debido a que dichos bailes eran, junto con la Misa y Procesión la parte principal de los festejos.

























